Artículos resultado de investigación
Integraciones en la investigación social latinoamericana: una aproximación al estudio del ocio restaurativo desde activismos comunitarios festivos
Integrations in Latin American Social Research: An Approach to the Study of Restorative Leisure from Festive Community Activism
Designio. Investigación en diseño gráfico y estudios de la imagen
Fundación Universitaria San Mateo, Colombia
ISSN-e: 2665-6728
Periodicidad: Semestral
vol. 6, núm. 2, 2024
Recepción: 29 abril 2024
Aprobación: 19 septiembre 2024
Resumen: El concepto de ocio restaurativo, planteado de manera inédita por la presente investigación, surge como una categoría analítica en el marco de la investigación en estudios de ocio latinoamericanos, centrada en el reconocimiento de activismos reparadores que emergen en contextos de desigualdad e injusticia estructural en entornos rurales y urbanos en Colombia. Las expresiones festivas de comunidades sometidas a hechos victimizantes se convierten en procesos comunitarios que buscan fortalecer el tejido social y promover una justicia alternativa centrada en el cuidado integral de la vida. Este estudio, con enfoque cualitativo y aproximación exploratoria, aborda el fenómeno del activismo que acontece en la festividad en comunidades colombianas, reconociendo sus arraigos culturales y sus manifestaciones de resiliencia y adaptación. Está orientado desde la participación activa de las comunidades y la sistematización de experiencias que como métodos integrados valoran la diversidad del saber local. En ese sentido, se implementaron laboratorios de creación como espacios de investigación participativa, facilitando el desarrollo de expresiones festivas que reflejan diferentes formas de resiliencia comunitaria con la finalidad de que el ocio restaurativo sea fundamentado a través de las prácticas y experiencias de los grupos humanos determinados por la investigación.
Palabras clave: ocio restaurativo, activismos, comunidades vulnerables, investigación social latinoamericana.
Abstract: The concept of restorative leisure, proposed in an unprecedented way by the present research, emerges as an analytical category in the framework of research in Latin American leisure studies, focused on the recognition of restorative activisms, which emerge in contexts of inequality and structural injustice, both in rural and urban environments in Colombia. The festive expressions of communities subjected to victimizing events become community processes that seek to strengthen the social fabric and promote an alternative justice centered on the integral care of life. This study, with a qualitative approach and exploratory approach, addresses the phenomenon of activism that occurs in the festivities in Colombian communities, recognizing their cultural roots and their manifestations of resilience and adaptation. It oriented the active participation of the communities and the systematization of experiences, which, as integrated methods, value the diversity of local knowledge. It implemented creation laboratories as spaces for participatory research, facilitating the development of festive expressions that reflect different forms of community resilience so that the restorative leisure is based on the practices and experiences of the human groups determined by the research.
Keywords: Restorative leisure, activisms, vulnerable communities, Latin American social research.
Introducción
En primer lugar, se presenta la identificación de una temática cuya pertinencia está en el reconocimiento de estrategias autónomas de comunidades rurales y urbanas en Colombia para tomar acciones encaminadas a autogestionar mecanismos de cuidado y protección de la vida como respuesta a la ineficacia del Estado colombiano para este fin.
Los aspectos que motivan la atracción de esta temática al contexto de los estudios de ocio se evidencian en tanto que dichas acciones son concebidas bajo formas de activismo y resistencia mediadas por la festividad. En tal sentido, se encuentra una veta para la generación de nuevo conocimiento cuyo valor más significativo es un ocio manifestado a través de la festividad, como modo de expresión y experiencia reparadora. Sirve de nodo articulador de acciones comunitarias que desde la autodeterminación proveen oportunidades para el florecimiento humano, tales como el trabajo, la educación, la recreación y la salud con la dignidad y justicia necesarias. Este fenómeno social ha tomado diversos matices dependiendo de la localización, idiosincrasia y saberes de las diferentes comunidades en cuestión.
Para efectos del presente estudio fueron desarrolladas intervenciones con grupos que se ubican tanto en el territorio rural y en la periferia urbana, como en los linderos de la ciudad capital. Esto significa que, en los intereses y búsquedas de la indagación, la dimensión aplicada, territorial, de intervención e involucramiento con las comunidades de trabajo fue fundamental.
En síntesis, ampliar el campo de los estudios de ocio a la caracterización de dichas expresiones festivas como formas particulares con propósitos reparadores y derivados de las capacidades de resiliencia y activismo; implicó gestionar mecanismos de encuentro colaborativo y el vínculo del investigador en el desarrollo y creación de expresiones acordes con los objetivos de pervivencia de las diferentes comunidades; así como establecer unos ejes analíticos que permitieran una observación y participación cultivada desde la mirada académica del conocimiento disponible en ocio.
Si bien es cierto que existen diferentes aproximaciones teóricas y conceptuales sólidamente estructuradas en el campo de los estudios de ocio, esta exploración propone apoyarse en algunas de ellas con la intención de alumbrar a una más específica que establezca las condiciones analíticas propias del sentido con el que las mencionadas prácticas festivas se conciben y sus paraqués. Igualmente, busca la apropiación de campos de ocio más afines con el sentir y el pensar latinoamericano; arraigarlo a las subjetividades y experiencias de la región para con esto mostrar el potencial en la diversidad y generación de nuevo conocimiento.
A su vez, indaga los modos de adaptación de la investigación social desde la forma en la que se gesta de este lado del sur global. A su vez, demuestra el interés porque el saber popular sea recurso que incida sobre las decisiones, metodologías e instrumentos bajo la condición de ser construidos– desde las comunidades, para las comunidades –para tratar de compensar las lógicas del pensamiento occidental con el espíritu decolonial, aspecto vibrante en la cotidianidad investigativa de la región.
En ese sentido, las prácticas festivas territoriales, populares y ancestrales como experiencias de ocio con propósitos reparadores (objeto de estudio) representa el contexto de conocimiento de interés a ser abordado desde la pregunta problema y direccionado por los objetivos declarados. Con dicha premisa como objeto de análisis y articulado con los conceptos que representan variables (categorías), mediante las cuales se pudieran recuperar investigaciones con similares propósitos, cabe aclarar que no se contó con evidencia precedente con la cual se haya podido referenciar– a priori –a través de pesquisas que tuvieran propósitos orientados hacia similares objetivos en correlación con los entornos geográficos, los sujetos y circunstancias determinadas.
No obstante, y como variables independientes que conducen a otros caminos de conocimiento, es de reconocer la amplia información existente en asuntos relacionados con la festividad, sus diferentes modos de acontecimiento, clasificaciones y relaciones culturales (Cuenca, 2001). Lo anterior, con la dimensión terapéutica del ocio con la cual se profundiza en las propiedades de libertad, autonomía y felicidad– desde la ética aristotélica –para proyectar servicios de sanidad en donde se comprenda que el bienestar es más relevante que cualquier bien o posesión que se tenga (Widmer y Ellis, 2000); con formas de ocio comunitarias en donde las actividades rurales inspiran el fortalecimiento del tejido social urbano a través de experiencias relativas a la permacultura (Richter y Cuenca, 2018), por enunciar algunos.
En tal sentido, existieron razones suficientes para proponer un estudio con carácter exploratorio y cualitativo. La intención es posibilitar la apertura de un campo que busque reconocer ámbitos de ocio próximos a las realidades latinoamericanas– hasta el momento sin una caracterización de este tipo –que dan pie a la naturalización del ocio como factor de florecimiento humano que posibilita el entendimiento y promoción de modos diferenciados de construcción del ser desde las diferentes formas de subjetividad asociadas con situaciones contingentes.
Por otro lado, existe una apuesta declarada por la construcción de una categoría analítica y ámbitos de ocio con propósitos restaurativos; no desde la llamada justicia restaurativa, sino desde la capacidad restaurativa que tienen las prácticas festivas desarrolladas desde la experiencia y saber de los sujetos implicados. De ahí que, en la interpretación de sus voces y acciones, empoderarlos para contribuir a la constitución del campo de ocio latinoamericano.
La denominada perspectiva de ocio serio (Stebbins, 2017) se consolidó como fuente primaria para hacer el reconocimiento de las prácticas festivas en las intervenciones realizadas. La decisión de respaldar el trabajo de observación con este constructo de conocimiento obedece a su abundante estructura de categorías, clasificaciones, ámbitos y sujetos, entre otros, fundamentales para establecer los criterios reflexivos del fenómeno social desde la epistemología del ocio. En el ejercicio analítico del ocio serio se realizó una valoración crítica de la perspectiva, describiendo sus pros y contras al diferenciar su potencial y también sus límites; para explicar cómo la experiencia reparadora mediada por la festividad en las comunidades de trabajo puede ser considerada una práctica de ocio con beneficios equiparables a los que la perspectiva expone.
Metodología
Este apartado pretende explicar las razones por las que la investigación cualitativa exploratoria (Corbin y Strauss, 2015) es tomada como tipo y enfoque de indagación para, primero, abordar el contexto de conocimiento a desarrollar en torno al fenómeno social determinado por el objeto de estudio; segundo, adaptar la sistematización de experiencias (Mejía, 2007) como metodología y métodos oportunos para la intervención con las comunidades vinculadas; tercero, consensuar con los sujetos implicados para posibilitar el surgimiento de información y recuperación de datos con los que se aproxima la caracterización del ocio restaurativo (Forero, 2023) como categoría analítica que identifica– desde las prácticas festivas –la experiencia resiliente y reparadora que proporciona algunos de los aspectos distintivos de dicho ocio restaurativo.
Cuarto, evidenciar cómo los denominados laboratorios vivos de creación (Bravo, 2020) fueron pensados como dispositivo de convocatoria, reunión y acción situada en los que, a la vez que se desarrollaron expresiones comunitarias a través de prácticas festivas– equivalentes a ámbitos del ocio restaurativo –se aplicaron también instrumentos que sirvieron de soporte para alimentar el ejercicio interpretativo de la investigación en los diferentes componentes de la categoría analítica. Finalmente, quinto, mostrar cómo a través del reflejo e inspiración de la llamada teoría fundamentada fueron tenidas en cuenta las voces y acciones de las comunidades para aproximar los elementos propios del ocio restaurativo. No solamente por ser el hallazgo estructural del estudio, sino como una forma de dignificar a los grupos vulnerables al tener en cuenta su saber y experiencia en la construcción de nuevo conocimiento útil para las transformaciones sociales que determinen autónomamente. Este aspecto representa uno de los pilares fundamentales de los estudios decoloniales del sur global, en tanto forma de reivindicación que equilibra, de alguna manera, la incidencia colonizadora del pensamiento occidental.
De lo cualitativo en la investigación del ocio restaurativo
A continuación, se desarrollan los argumentos estructurales que dan soporte a los componentes metodológicos de la indagación en conexión con su objeto de estudio, junto con la aproximación a las diferentes intervenciones realizadas en coincidencia con los objetivos propuestos. En este sentido, según Irene Vasilachis de Gialdino (2012) en el campo de la investigación cualitativa las formas de conocer y producir conocimiento desde el origen latinoamericano pueden suponer diversos riesgos para su validación, en razón a la fuerte incidencia de las epistemologías y ontologías occidentales. Sin embargo, hay una responsabilidad explícita por balancear los paradigmas existentes, pues algunos de ellos traen consigo la injusticia, dominación y opresión propias de las acciones colonizadoras.
Dicho lo anterior, controvertir las jerarquizaciones, ordenamientos y categorizaciones albergadas en las formas de generación de conocimiento ejercidas por la hegemonía del pensamiento dominante, reivindica la cotidianidad de mujeres y hombres; así como su saber y su experiencia en una lógica de validación de la multiplicidad de modos en cómo se construye. Este argumento sostiene– en su trasfondo –un cambio desde lo interpretativo de la realidad, constituyéndose en una posición ética y política que responde a los reclamos sociales vulnerados por el totalitarismo, como mecanismo de resistencia a los regímenes neoliberales de la verdad en donde, por ejemplo, la inferencia causal de los fenómenos termina en un reduccionismo que desconoce la comprensión profunda de procesos microsociales. Por tanto, los constriñe en lugar de ampliarlos; más aún cuando se relacionan con la injusticia, la opresión, la discriminación y carencias económicas y educativas.
En conclusión, este argumento se apoya en la noción de que la mirada humanista de la investigación social latinoamericana debe cuestionar la perspectiva eurocéntrica que sostiene que el conocimiento científico debe ser netamente objetivo, generalizable y replicable como investidura para quienes hacen indagaciones en el sur global. En varios sentidos, esta posición representa al llamado pensamiento crítico latinoamericano, vinculante con la emergente postura que plantean Christianne Gomes y Rodrigo Elizalde (2012) al declarar que en el contexto de los estudios de ocio adelantados en estas latitudes se deben establecer parámetros, reconocimientos y mecanismos que identifiquen el arraigo de las experiencias y prácticas que pueden ser determinadas en un territorio geográfico y de saber popular, ancestral y de comunidades originarias.
Por otro lado, Davydd Greenwood y Morten Levin (2012) introducen las tensiones contemporáneas existentes entre la investigación social tradicional y la investigación acción participativa. Afirman lo cuestionable de que la primera sea considerada ciencia pues, por una parte, se aleja del sentido de cambio social que debería tener (existiendo divergencia entre la teoría y la praxis); por la otra, por lo general es construida a través de las capacidades individuales y cognitivas del investigador. En tanto que la segunda plantea que todos los agentes se implican en una suerte de convivencia que permea la generación de conocimiento y las transformaciones positivas que se deben producir para grupos humanos determinados mediante la integración cognitiva, cooperativa y distributiva de todas las personas involucradas; sin que, necesariamente, ello deba convertirse en un modelo de aplicación transferible a otras circunstancias o situaciones. Por el contrario, soluciona problemas específicos e incluye primordialmente los requerimientos de los grupos participantes y sus entornos. En esta línea los autores introducen el concepto de investigación cogenerativa, es decir, la validación de saber– como forma de conocimiento –que surge de las dinámicas entre las organizaciones, las comunidades y las instituciones que soportan objetivos comunes y acordados entre las partes e inician un proceso investigativo y transformativo.
Ahora bien, desde la decisión de declarar la relevancia del tenor cualitativo con que se aborda la presente indagación, Michelle Fine y Lois Weis (2012) enuncian como imprescindible encontrar los aspectos relacionales y estructurales que conforman la identidad. Para el estudio esto significa que la interpretación contextual requiere la consideración de los aspectos sociodemográficos, narrativos e históricos que permean la subjetividad reparadora y resiliente que subyace a la festividad de las prácticas que las comunidades de trabajo desarrollan; a su vez, ello no es reductible a cifras o datos cuantitativos como una forma de descripción y observación del fenómeno social. Por el contrario, requieren de la conversación y de las acciones situadas para desentrañar los complejos procesos reivindicatorios que el ocio restaurativo quiere poner en evidencia.
En relación con lo anterior, desarrollan un atrayente concepto que– funcionalmente sirvió para la investigación –el cual denominan estudios composicionales. Dicho término alberga la intencionalidad consciente con que la expresión artística o cultural aborda aspectos positivos y negativos de la realidad. Para el caso concreto y en correlación directa con las prácticas festivas, entonces, la dimensión política emerge a través del hacer y, de ahí, al transformar las circunstancias victimizantes, con lo cual se fortalece la comprensión de lo que los mencionados autores denominan producción de sentido.
Por su parte, Linda Tuhiwai Smith (2012) aborda desde la investigación indigenista el complejo problema ético y moral de las metodologías e instituciones que hacen estudios sobre comunidades de pueblos originarios, al advertir las discrepancias que pueden existir en los propósitos de ambas, en coincidencia real con su cosmogonía, activismo político y justicia social que les son propias. En tal sentido, hay que reconocer que, para estas personas, al ser lesionadas de la modernidad y constantemente excluidas por el imperialismo, su autodeterminación ha sido cooptada.
Según la autora, esta situación se presenta persistentemente por la naturaleza colonizadora de las entidades reguladoras y su ejercicio de poder. Por ello, una aproximación cualitativa en la investigación permite la generación de espacios de diálogo para cambiar las representaciones sociales bajo las cuales han sido categorizados, para producir espacios descolonizados, para escuchar las voces de quienes han sido oprimidos y para crear, desde su cosmogonía, el sentido de diferencia espiritual, material y territorial para su florecimiento humano. El empoderamiento de las comunidades de trabajo en el proceso investigativo y en la generación de conocimiento derivado de la interpretación de sus voces y acciones, es intención fundamental del ocio restaurativo.
Finalmente, Clifford Christians (2012) hace una reflexión sobre lo que denomina la investigación comunitaria feminista, notando que esta es de naturaleza colaborativa en su diseño y participativa en su ejecución. Con esto las personas participantes hacen de su voz el elemento rector para el diseño del proceso de indagación; así como de los problemas a ser abordados, la elección de los métodos pertinentes, la validación de los resultados que les son de interés y el modo en cómo los descubrimientos y hallazgos serán implementados. Aquí se destaca que la mutualidad cooperativa es más relevante que cualquier visibilización que se pueda dar a quienes investigan. También se resalta que la claridad interpretativa se da por la representación de la multiplicidad de voces, el incremento de la perspectiva moral (relativa al cuidado y protección de la vida), puesto que cada persona es valorada por su autonomía e integridad como una manera de dignificación, entendido como motor para la transformación social.
De la sistematización de experiencias en el ocio restaurativo
En términos generales la metodología de sistematización de experiencias surge en Latinoamérica en la década de 1970 (siglo XX) en el contexto de acciones emancipatorias contrapuestas al modelo desarrollista de los países imperialistas que tomaron a la región del sur como patio trasero para impulsar sus proyectos de modernización capitalista e incidir así en los procesos civilizatorios (de dependencia estructural), promoviendo la formación de representaciones sociales relacionadas con la competitividad y el progreso (Barragán y Torres, 2017). Más específicamente, recupera la necesidad de analizar las experiencias asociativas adelantadas por comunidades indígenas, campesinas y de mujeres para fortalecer la educación popular.
Sin embargo, la sistematización de experiencias ha migrado a diferentes escenarios de indagación en Latinoamérica con el firme propósito de ser una modalidad investigativa indispensable para la generación de conocimiento– desde y sobre –las prácticas sociales transformadoras y consustanciales a la acción colectiva. Es por esto por lo que, para el presente estudio sobre ocio restaurativo, este sentido adquiere relevancia desde la fuerza reivindicatoria con la que las comunidades de trabajo adelantan sus prácticas festivas en contraposición a la incidencia de los diferentes tipos de violencias causados justamente por dicho ideario arrollador del modelo desarrollista. Cabe aclarar que, desde la epistemología “sur” que acompaña a la sistematización de experiencias no es entendida como una metodología aplicada como un conjunto de instrumentos operativos para la captura y procesamiento de datos. Por el contrario, representa un proceso de diálogos y consensos con potencial emancipatorio y liberador; no está centrada en la elaboración teórica generalista, sino en la resolución de situaciones de la vida cotidiana; busca el perfeccionamiento y la divulgación de prácticas con carácter identitario y activista; invita a la autogestión y autorreconocimiento de los sujetos y sus capacidades para transformar realidades de injusticia y desigualdad desde la cooperación y la solidaridad; amplía el espectro de las metodologías participativas como la investigación-acción participativa de cuño latinoamericano y supone el acontecimiento de la interpretación crítica sobre la realidad y las prácticas sociales.
Finalmente, este proceso busca la subjetividad como motor de involucramiento y participación de sujetos (Barragán y Torres, 2017). Para la investigación del ocio restaurativo los aspectos mencionados coinciden con las circunstancias y motivaciones propias de los grupos humanos vulnerados y cómo logran diferentes modos de pervivencia desde sus prácticas festivas a modo de activismo comunitario.
De los laboratorios vivos de creación en el ocio restaurativo
Idealmente, en todo proceso de sistematización de experiencias debe existir un dispositivo de reunión y encuentro colaborativo y participativo que integre a las personas implicadas en la generación de las expresiones que, para el caso, les son propias en sus formas de activismo y resistencia. Lo anterior, a la vez que es concebido para dar acontecimiento práctico al proceso de creación de dichas expresiones, propicia también los diálogos que permiten hacer los acuerdos colectivos al respecto de los métodos (herramientas o instrumentos) apropiados para que se puedan hacer las elaboraciones conceptuales y reflexivas conducentes a la generación de nuevo conocimiento estructurado desde el saber y la experiencia aplicada hacia la transformación social.
En tal sentido, este estudio adoptó el concepto de laboratorio vivo que, como lo argumenta Edna Rocío Bravo Ibarra (2020), es un espacio que integra la investigación, el análisis y la experimentación; en el que se busca dar respuesta a diversos problemas entre los que se encuentran los sociales. Configura una metodología de trabajo cuyo propósito está en la detección, prototipado, validación y perfeccionamiento de soluciones complejas de la vida real; es usado para el acontecimiento de las capacidades humanas de las personas implicadas de manera neutral, cuyo primordial propósito es la manifestación de la innovación abierta.
Según Marco Raúl Mejía (2007), en el ámbito de dichas concepciones de sistematización existen diversas alternativas como la fotografía de experiencias. Por su recurrencia, esta funciona para describir, identificar y acordar las categorías de análisis que se pueden inferir en la interpretación de la imagen con la ayuda de preguntas sobre el cómo, cuándo, dónde y por qué de la experiencia. A su vez, está la sistematización como recuperación de saberes de la experiencia vivida, que establece una relación tríadica entre la práctica, la teoría y el contexto debido a la interacción de los sujetos y la naturaleza de los proyectos desarrollados para evaluar las diversas perspectivas que tienen las personas participantes al respecto del arraigo cultural con la experiencia, antes y después de la sistematización.
En adición, está la sistematización como obtención de conocimiento a partir de la práctica. Esta busca establecer la distancia entre el proyecto formulado– con el cuerpo de conocimiento que lo precede –y los resultados obtenidos, fruto de la sistematización de las prácticas para construir, en la diferencia, el valor del saber emergente en contraste con las concepciones teóricas iniciales. Por otro lado, se encuentra la sistematización dialéctica basada en la premisa de que el conocimiento nace en la práctica y debe volver a ella para mejorarla y transformarla. En ese sentido, en el proceso de indagación van emergiendo categorías consensuadas (no a priori, sino a posteriori) que posibilitan descubrir por qué y cómo se producen los cambios exitosos de la realidad a partir de las actividades realizadas y que, potencialmente, pueden ser transferidas a otras experiencias para sugerir implementaciones.
Por su parte, la sistematización como praxis recontextualizada reconoce en la acción humana la motivación, capacidades y memoria acumulada con una proyección de futuro, mediante la sistematización. Entonces, el propósito de indagación busca la generación de procesos reflexivos sobre la ocurrencia de las prácticas y su por qué en los contextos de incidencia para generar categorías que muestren la evolución diferencial de las personas, dependiendo de sus circunstancias (se contrastan las preguntas de investigación con el acontecimiento real de las prácticas) y con ello mostrar el saber emergente desde la praxis. También está lasistematización como investigación de la práctica, que plantea la sociedad como un todo y la práctica una acción vinculada a ella, y en su correlación debe darse una negociación de sentidos que el proyecto de investigación debe esclarecer al detectar, mediante categorías, las relaciones que establece la experiencia particular con la transformación de la realidad percibida. Finalmente, como una mirada de saberes propios sobre la práctica, se define como una alternativa para examinar colectivamente– a través de la indagación –la producción de nuevas miradas sobre la praxis y cómo consecuentemente son fundados procesos de empoderamiento.
De la teoría fundamentada en el ocio restaurativo
Algunas de las características de la denominada teoría fundamentada inspiraron la elaboración conceptual del ocio restaurativo, en coincidencia con las estrategias adoptadas en la constitución de la perspectiva de ocio serio– referente fundamental de este estudio –por su pertinencia en la generación de nuevo conocimiento. En el caso de esta última sirvió para delimitar su campo una vez clasificadas las actividades de ocio por tipo de experiencia (serio, casual y basado en proyectos), sus cualidades distintivas y las principales características de las personas participantes. De igual manera, la teoría fundamentada contribuyó al desarrollo del mapa tipológico que, a modo de taxonomía, surgió del conjunto de proyectos sistematizados bajo el constructo teórico del ocio serio (Stebbins, 2017).
En tal sentido, Juliet Corbin y Anselm Strauss (2015) proponen la teoría fundamentada. Como aproximación metodológica cualitativa, su aspecto relevante está en la generación de teoría. Esto es posible en la medida en que los conceptos que la sustentan son obtenidos de los datos recogidos durante el proceso de indagación y no a su inicio. Tanto el análisis como los datos conseguidos están estrechamente interrelacionados conformándose así un ciclo continuo desde el cual la teoría emergente va adquiriendo sustento.
Como es el caso del ocio restaurativo y su intención de ser una categoría analítica desde la cual se pueda reconocer el potencial reparador de las prácticas festivas, este proceso de ir construyendo conceptos definitorios fue consolidándose en la medida en que acontecían las intervenciones realizadas y la consecuente recogida de datos, fruto del proceso de sistematización de experiencias; asimismo, la delimitación de sus ámbitos y las características particulares de las personas participantes. También es pertinente recordar que, desde la dignificación propia que sugiere la sistematización de experiencias en cuanto a ser metodología emancipatoria, la construcción teórica de las prácticas de ocio restaurativo es dada desde la interpretación de las voces de las comunidades de trabajo.
Otro aspecto esencial de la teoría fundamentada es el tipo de datos sobre los que opera. No solo son recabados de entrevistas u observaciones; por el contrario, esta metodología permite la incorporación de videos, grabaciones, publicaciones en internet, dibujos, entre otros (Corbin y Strauss, 2015). Dicha tipología de datos, y su consecuente análisis, es importante para la investigación del ocio restaurativo puesto que los sustratos utilizados para el ejercicio interpretativo son acordes con los de la teoría fundamentada y recuperados de las distintas intervenciones adelantadas en donde se fue modelando y perfeccionando la construcción del campo.
En cuanto al análisis de los datos, y con independencia de su tipología, el proceso que sugiere la teoría fundamentada se denomina “comparaciones contrastantes”. Esto quiere decir que se deben ir ubicando fragmentos de información agrupados conceptualmente por sus similitudes. En sus diferencias se producen las distintas categorías que constituyen idealmente la teoría emergente, toda vez que sea declarada una de carácter dominante sobre la que versa el tema de la investigación (Corbin y Strauss, 2015). En esta estructura, el ocio restaurativo representa la categoría “tema de la investigación”; los diferentes fragmentos de información que iban emergiendo en cada laboratorio vivo de creación desarrollado produjeron la conceptualización de los ámbitos en correlación con las prácticas festivas que representan las expresiones de activismo y resistencia de las comunidades de trabajo; así como la caracterización de las personas participantes al haber identificado sus circunstancias sociodemográficas y la incidencia de hechos victimizantes.
Resultados
El trayecto interpretativo, analítico y comparativo empieza por comprender que la festividad concebida desde las prácticas territoriales, populares y ancestrales tiene implicaciones novedosas e interesantes en la perspectiva del ocio, involucrando motivaciones que tienen que ver con la pervivencia de la vida y también con la subjetividad política. Es decir, tanto la una como la otra están mediadas por una práctica de ocio ejemplificada en otros contextos investigativos con la celebración o conmemoración cultural (Cuenca, 2001). Este aspecto distintivo pudo ser interpretado desde la evidencia narrativa y gráfica que provee la sistematización de actividades como ollas comunitarias, mingas, huertas ancestrales y urbanas, rituales de sanación, círculos de la palabra, talleres de cocina popular, ferias y colectas, adelantadas en el marco de los laboratorios vivos de creación (Forero y Lazcano, 2022).
Lo anterior concluye, para la estructura del ocio restaurativo, que las mencionadas actividades sistematizadas– ahora entendidas como ámbitos de este –suponen una dimensión ética en la medida en que las prácticas festivas contribuyen a solucionar problemas cotidianos que comprometen la dignidad de la existencia de las comunidades en asuntos básicos como la alimentación, la salud, la educación, la recreación y la ocupación. En lo político implica una posición de renuncia (por hastío) a las instituciones y mecanismos públicos presuntamente previstos para la atención prioritaria a grupos vulnerables. En lo comunitario, se percibe la pretensión de compensar desde la autogestión, el desarrollo de instrumentos participativos, cooperativos y de incidencia positiva para mejorar su calidad de vida. Las prácticas festivas, como expresión reivindicatoria, hacen su labor reconociendo en los sujetos participantes su saber, capacidades y motivaciones, dándoles un rol valioso en el tejido colectivo.
Al dar continuidad interpretativa, analítica y comparativa sobre la producción de conocimiento del ocio restaurativo, que emerge desde la emancipación y autorreconocimiento del saber de las comunidades para la transformación social; es pertinente recordar que esta investigación se inspiró en la llamada teoría fundamentada (Corbin y Strauss, 2015). Para este caso se adaptó como dispositivo para el alumbramiento del ocio restaurativo desde la interpretación de las voces de las comunidades en la acción situada.
Nuevamente, y como resultados adquiridos, en los laboratorios vivos de creación se analizó la evidencia narrativa para abstraer de los propósitos, acuerdos y sentidos con que las prácticas festivas se planifican y materializan para definir al ocio restaurativo. Comparativamente con la perspectiva de ocio serio (Stebbins, 2017) la definición, a la cual se llegó en la sistematización, no corresponde con las habilidades cognitivas e individuales del investigador en la constitución del campo. Por el contrario, surge de las dinámicas participativas propiciadas por este estudio con las comunidades de trabajo (Forero y Lazcano 2022). Con lo anterior, se concluye que dicha postura buscó atender a la dignidad de las personas participantes a través del compromiso establecido, en cuanto a evitar las generalizaciones, los reduccionismos y las adaptaciones propias del pensamiento eurocéntrico. Con ello, respetar la epistemología y ontología del saber desde la práctica, la experiencia resiliente y reparadora asociada a la identidad, la idiosincrasia y la cosmogonía de las comunidades.
En relación con la dimensión cooperativa, participativa y de acción comunitaria (Denzin y Lincoln, 2012) fue posible interpretar su fuerte incidencia en la creación de prácticas festivas (ámbitos del ocio restaurativo) al ser posible analizar en el discurso de las personas participantes la profunda cohesión que los identifica y que es entendida como factor vinculante con los hechos victimizantes. Esto quiere decir que el desplazamiento forzado, la precarización del trabajo y la incidencia colonizadora del pensamiento occidental son realidades que amenazan su identidad y, por tanto, sus expresiones de activismo y resistencia configuran lo que para el ocio restaurativo se denomina la experiencia resiliente y reparadora.
Aquí, la cogeneración es aplicable en la delimitación del nuevo campo en tanto que, en la información obtenida de los datos en el proceso de sistematización llevado a cabo en los laboratorios vivos de creación– bien sea en los consensos, en las preparaciones o en los círculos de la palabra –las reivindicaciones son el motor de creación de las prácticas festivas. Con lo anterior, para la caracterización y distinciones del ocio restaurativo se concluye que el saber territorial, popular y ancestral es un flujo de información que, a la vez que permea la acción comunitaria, también da mérito de reconocimiento como forma de adaptación, recursividad, pervivencia y transformación que acompaña a las poblaciones vulnerables (Forero y Lazcano, 2023). En este sentido, los estudios de ocio con enfoque latinoamericano que tengan arraigo y consideraciones propias de la región, junto con las realidades del sur global, como lo proponen Christianne Gomes y Rodrigo Elizalde (2012), son atendidos con la presente indagación.
La dimensión compositiva de las prácticas festivas, referida a actos de creación, muestra las representaciones sociales colectivas incorporadas en la cultura y tradiciones de cada una de las comunidades de trabajo. Estas pueden ser percibidas en expresiones materiales como medicinas ancestrales, huertas, preparaciones culinarias u obras pictóricas, y otras que pueden ser entendidas más desde el carácter inmaterial como bailes, rituales de sanación, ferias y mingas. Dichas expresiones suponen la interpretación particular de sustratos diversos que albergan información relativa a la subjetividad reparadora y resiliente de la experiencia de ocio restaurativo. Con esta claridad fueron contextualizadas las mencionadas comparaciones contrastantes como formas analíticas que facilitan la generación de grupos y subgrupos de información, derivada de los datos para el desarrollo de categorías explicativas de las diferencias entre prácticas festivas que pueden ser comprendidas desde el ocio restaurativo.
Como hallazgos de esta investigación se pueden destacar la siguientes: primero, la propuesta por la constitución del ocio restaurativo que, como categoría analítica y sus múltiples ámbitos de incidencia, abre la posibilidad de ampliar los estudios de ocio latinoamericanos en un campo extendido de este; enfocado en expresiones que sean resilientes y reparadoras, con beneficios significativos para las personas que adelanten prácticas identificables desde la categoría y ámbitos descritos. Segundo, es oportuno tomar en consideración las adaptaciones y perspectivas de la investigación social concebida en el sur global en razón a su fuerza reivindicatoria, al respecto de las formas de producción de saberes y su consecuente participación en el concierto internacional del ocio y su potencial transformativo. Tercero, que resulta absolutamente valiosa la generación de conocimiento originado desde la práctica, a través de intervenciones de acción situada, en donde adquiere relevancia evidente la investigación que se sustenta en la acción y en la participación cuando las voces y manifestaciones sistematizadas de las comunidades son el resultado que genera la producción de consciencia.
Asimismo, la festividad tiene múltiples matices con raíces culturales diversas que puede mostrar complejos modelos de gobernanza diferenciados de los clásicamente establecidos por los Estados nación. Esto implica la clara participación política que desde el ocio restaurativo se podría evidenciar al permitir la identificación de nuevos ámbitos en los que sería posible ver la acción comunitaria, popular y colaborativa como un modo de gestión de grupos humanos que nace de su autonomía y sin la implementación de procesos tecnócratas que distancian a las personas del común de sus propios modelos de transformación social.
Discusión
En este apartado se hace necesario comentar el horizonte de sentido con el cual es deseable establecer la discusión y conclusiones desde una estructura argumentativa que explique la coherencia interna de la investigación, con base en las decisiones tomadas para atender las inquietudes planteadas originalmente; el curso de acciones seguido y el modo como los datos van produciendo información relevante, constituyéndose en evidencia desde la cual se nutre el nuevo campo del ocio restaurativo.
En esta línea se profundiza sobre las relaciones teóricas y metodológicas– desde una perspectiva analítica y crítica –de cuerpos de conocimiento existentes que busca entender, increpar y transferir a la presente indagación elementos fundamentales que sintéticamente se pueden relacionar así: (1) entender la relevancia existente en la declaración de un campo en el contexto de los estudios de ocio para poder ampliar el espectro de reconocimiento de prácticas y experiencias que pueden extenderlo; (2) increpar las aseveraciones, generalizaciones y reducciones que ponen en riesgo las localizaciones de expresiones de ocio que no coinciden con dichas perspectivas consolidadas; (3) transferir procesos de categorización, definición, distinciones y ámbitos que en efecto son útiles para avanzar en la labor implícita y explícita de todo campo de conocimiento relativa a su fortalecimiento y profundización.
Por su parte, la discusión del ocio restaurativo en sus objetivos de ser una integración conceptual atravesada por una identidad de la investigación social latinoamericana que muestra cómo, desde la práctica y del saber popular, puede existir una significativa construcción de nuevo conocimiento que modifica el rol tradicional de quien investiga (dejando para este la función mediadora). Lo anterior, para convocar a la participación colectiva y transformativa del saber territorial, popular y ancestral.
Finalmente, plantear una apuesta experimental por explorar el devenir del saber producido en la práctica– en función del ocio restaurativo –los modos de autogestión del tiempo, y la ideación de expresiones artísticas de resistencia y activismos, pone en evidencia la dudosa consistencia de las representaciones sociales consustanciales al capitalismo, a la formación educativa y a las aproximaciones tradicionales de la investigación social; cuando el propósito de indagación es el reconocimiento de fenómenos asociados a la protección y pervivencia de la vida humana.
En conclusión, para preservar en lo epistemológico y ontológico la integridad de la investigación se hizo oportuno establecer los ejes de discusión con los que el ejercicio interpretativo, analítico y de comparación (estructura de triangulación de la discusión), son derivados de los resultados obtenidos fruto de las diferentes intervenciones realizadas en la constitución del campo del ocio restaurativo. Dichos ejes se sintetizaron en las premisas presentadas en las conclusiones.
Conclusiones
Primero, que la apuesta por una investigación exploratoria con enfoque cualitativo en un contexto latinoamericano, bajo las condiciones dadas, supone un acto ético, político y reivindicatorio. Segundo, que la producción de conocimiento emergente como fuerza emancipatoria desde el autorreconocimiento del saber territorial, popular y ancestral, conduce a la transformación social. Tercero, que las generalizaciones, los reduccionismos y las adaptaciones propias del pensamiento eurocéntrico no encarnan, necesariamente, la epistemología y ontología del saber que surge de la práctica y de la experiencia resiliente y reparadora.
Cuarto, que la cooperación, la participación y la acción comunitaria constituyen expresiones cogenerativas desde las cuales aflora un saber que, a la vez que es colectivo, es transformativo. Quinto, que lo compositivo que acompaña a las prácticas festivas refleja la subjetividad resiliente y reparadora representando modos de activismo y resistencia en el cuidado de la vida. Por último, que los aspectos distintivos de las prácticas festivas, sujetos y contextos permiten hacer comparaciones contrastantes que describen los ámbitos del ocio restaurativo.
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